Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
Antonio Machado
3 comentarios:
A veces, son las noches de verano
aún siendo la más cortas, las más largas.
Intento conciliar el sueño en vano
prendida mi memoria en tus pestañas.
Y así pasan las horas de la mano
tu recuerdo y mis anhelos hasta el alba.
Exquisitos versos...
Buena elección,Lucía.
me encanta machado y esta poesia no iba a ser menos. por aki andare cuando vuelvas e cambiado de casa y esta vez en serio ya definitivo, jejejeje
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