lunes, mayo 07, 2007

Tu imagen

Tu imagen me llegó
a las seis menos diez
y no pude dormir
ni un instante después:
te confundías con mis sábanas,
te me enredabas en la sien.

Lucías tan real que casi fui feliz,
pero a las seis y diez
me comprendí sin ti:
eran mis solitarias sábanas
y una habitual mañana gris...

Y tú eras mi viento, mas no a favor;
eras mi barca en el pedregal;
eras mi puerta sin tirador;
eras mi beso buscando hogar.

Y tú eras un parto de antigüedad,
maña de un diablo desesperado;
eras espuma de soledad,
carne con llagas de desamor.

Y así fuiste la otra mitad
de amanecer
que no alumbró jamás.


Silvio Rodriguez

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué maravilloso es soñar al otro las seis menos diez!

No me rendiré en el desierto de las mañanas si - de vez en cuando - mis pasos recalan en el oasis de esas madrugadas.