mas yo nunca quise poner atención.
Cuando vinieron los llantos
ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde,
ningún reproche te hacía;
lo más que te preguntaba
era que si me querías.
Y bajo tus besos en la "madrugá",
sin que tú notaras la cruz de mi angustia,
solía cantar:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida,
más que al aire que respiro
y más que a la mare mía.
Que se me paren los pulsos
si te dejo de querer,
que las campanas me doblen
si te falto alguna vez.
Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte
no debía de quererte
y sin embargo te quiero.
Letra de Rafael de León
Letra de Antonio Quintero
Musica de Manuel Quiroga
Intérprete, entre otras... Marta Sánchez
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