La noche empieza y con ella mi camino
te busco a solas con mi mejor vestido
pero a dónde estás?
qué es lo que ha pasado?
qué es lo que queda después de tantos años?
Miro esos ojos que un día me miraron;
busco tu boca, tus manos, tus abrazos
pero tú no sientes nada
y te disfrazas de cordialidad.
Ni una sola palabra
ni gestos ni miradas apasionadas
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer.
Ni una de las sonrisas
por las que cada noche y todos los días
sollozan estos ojos
en los que ahora te ves.
Como un juguete que choca contra un muro,
salgo a encontrarte
y me pierdo en cuanto busco
una oportunidad, un milagro o un hechizo:
volverme guapa y tú, guapo conmigo.
Frente a los ojos que un día me miraron
pongo mi espalda y aquí unos cuantos pasos
y me apunto otra derrota
mientras mi boca dice "nunca más".
Ni una sola palabra
ni gestos ni miradas apasionadas
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer.
Ni una de las sonrisas
por las que cada noche y todos los días
sollozan estos ojos
en los que ahora, te ves.
No puede ser, no soy yo.
Me pesa tanto el corazón
por no ser de hielo cuando el cielo
me pide paciencia.
Ni una sola palabra
ni gestos ni miradas apasionadas
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer.
Ni una de las sonrisas
por las que cada noche y todos los días
sollozan estos ojos
en los que ahora, te ves.
Palabras- Paulina Rubio
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