Me gusta pensar que, al menos una vez al día, piensas en mí.
Pienso que piensas en mis manos sobre tu cuerpo, en mi sonrisa, en mi mirada, en mi boca.
Y así soy feliz. Lo juro.
Pienso que piensas en mis manos sobre tu cuerpo, en mi sonrisa, en mi mirada, en mi boca.
Y así soy feliz. Lo juro.
1 comentario:
que remedio, verdad lucia?
que remedio que el imaginar lo que podria pensar cuando él no te lo puede decir mirándote a los ojos.
bellisimo blog!
un beso y mucha fuerza!!
selene{S}
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