miércoles, septiembre 06, 2006

Noche

Una noche por delante
demasiadas por detrás
confesándole a mi almohada
que nadie me ve llorar
Cuando llegan las estrellas
temo que mi sensatez
subestime mi mania
de querer volverte a ver

Y una vez duerma mi cabeza
tomará el mando el corazón:
Soñaré que tú me despiertas
y aun vive tu apuesta por nosotros dos.

Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Por eso cada noche me muero
después me envuelve un rayo de sol
se quedan en la cama mis sueños
y me salvo yo.

En cuanto cierro los ojos
se me encoje el corazón
lo que dura un parpadeo
es ya una foto de los dos.
Y aunque sé que nuestra historia
es la que nunca pudo ser
en algunos de mis sueños
ser valiente es tu papel.

Y una vez duerma mi cabeza
tomará el mando el corazón:
Soñaré que tú me despiertas
y aun vive tu apuesta por nosotros dos.

Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Por eso cada noche me muero
despues me envuelve un rayo de sol
se quedan en la cama mis sueños
y me salvo yo.

A veces al hablar de mi vida
termino por romper a llorar
supongo que es asi como empiezo
a ocultar lo que quiero decir de verdad.

Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Hasta siempre compañero
nuestra historia se acabo,
hasta siempre amigo mio
ya no hay sitio para dos.


LODVG

1 comentario:

Karlos dijo...

Llegó la tormenta y arrasó con todo. Destruyó los sentimientos, los buenos momentos, los agradables recuerdos. Nada quedó libre de su brazo destructor. Luego vendrá la calma, brillará el sol y todo será de color. Pero hasta entonces tendremos que sufrir este castigo, el de esta tormenta que no parece tener fin.