lunes, noviembre 22, 2010

Puede que yo no sepa nada sobre el amor...

Puede que yo no sepa nada sobre el amor. Puede que nadie sepa nada, en realidad. Me lo enseñó Carmina cuando me preguntó: ¿ por qué crees que estás enamorada de Vicente?
- Menuda pregunta… a ver…. ¿ por qué le quiero?-tuve que pensar un rato-. Pues porque me hace ser una persona mejor, por ejemplo.
- Eso no sirve.
- ¿por qué no va a servir? Me hace ser una persona mejor, te lo digo en serio. Quiero ser mejor en el trabajo, en la cama, en la vida… quiero ser la mejor para él, es decir, me gustaría que a él no le quedase más remedio que aceptar que soy la mejor.
- Y así Vicente tendría que dejar a Soledad para irse contigo ¿No es eso? Pero, verás, las cosas no funcionan asi. En primer lugar, no sirve porque es la frase de una pelicula de Jack Nicholson en la que hace el papel de un desequilibrado que se redime por amor, y el amor, Amparo, tiene muchos efectos positivos, distintos en cada persona, pero no es redentor. Somos nosotros mismos los que nos salvamos o los que nos hundimos, no te confundas con eso. Y en segundo lugar, no sirve porque tenemos que amar a una persona por lo que es y no por los efectos que causa en nosotros.

Silencio.

- Deberíamos estar enamorados de alguien porque nos gusten sus valores, sus ideas , su manera de vivir, porque nos haga sentir felices, porque nos respete, porque nos aprecie. Deberíamos amar a alguien por como es, ni más ni menos. Dime ¿Cómo es Vicente?
- No sé, déjame que piense. Es alto, moreno, tiene la nariz llena de pecas, parece un crío gamberro...eso me encanta.
- ¿ Le quieres por eso?
- No. No le quiero sólo por eso, pero también le quiero por eso. Le quiero porque es un luchador, porque es creativo, porque es íntegro, porque es un buen hombre.
- ¿ Es así en realidad, Amparo? ¿ Estás segura de que es un hombre íntrego, o quieres creer que lo es?
- Le estás prejuzgando, crees que sabes cómo es porque yo vengo aquí hecha polvo y te cuento lo mal que me siento con todo esto...
- Creía que le querías porque te hacía sentir una persona mejor.
- Estás siendo injusta, y además no sé dónde quieres ir a parar.
- Sólo quiero que sepas si estás segura de que él es el hombre al que quieres, nada más. Quiero saber si sabes por qué le quieres, si sabes por qué estás tanto tiempo al lado de una persona como Vicente, aun sabiendo que no tiene intención de dejar a su mujer. Y eso estaría muy bien, ya te digo que cada persona siente el amor de una manera distinta a los demás, así que si tú quisieras mantener una relación en la que tu pareja no está contigo al cien por cien. sería perfecto si no te sintieras tan mal.
- Puede que no sepamos nada del amor, del amor de verdad. Una cosa es el amor romántico, el amor de las novelas, de las grandes tragedias, el que te lleva del orgasmo a la muerte, el que no tiene términos medios, el de los extremos: o la felicidad o la amargura. Yo no digo que tu amor no sea real, sólo digo que no te hace feliz. Estás aquí frustada, triste y esa es la prueba más evidente. Sientes que un nudo te atenaza el estómago y no te deja respirar. Sientes que no vales nada si él no te quiere, sientes que si él no te quiere nadie más podrá quererte. Te enfadas con él y contigo porque no te explicas porque sigues con una relación como esta, una relación que saca lo peor de ti misma, que te vuelve dependiente, que te hace infeliz, que te impide disfrutar del resto de tu vida, que te convierte en alguien que no te gusta ser, que te entontece.
Entonces, Amparo, dame realmente motivos para este amor que sientes, y sobre todo, dátelos a ti misma. Yo no voy a juzgar a Vicente. Supongo que desde fuera las cosas se van diferentes, y que en su situación hay mil motivos que justifican que no quiera separarse ni tampoco dejarte. NO juzgo a Vicente. Sólo trato de ayudarte a que te enfrentes a tus problemas. ¿Por qué vienes a la consulta Amparo?
- Para que me ayudes a sentirme mejor.
- Pero yo no puedo hacer eso, y créeme que me encantaría. Sólo puedo decirte: tienes atún para cenar y puedes cocinarlo con tomate, con cebolla, con mayonesa o con pan como tú quieras. Pero la decisión es tuya, tú tienes el mando, así que si escoges permanecer en esta relación, al menos deberías tener buenas razones para hacerlo. Deberías saber cómo es de verdad el hombre del que estás enamorada.

Fragmento "Algo tan parecido al amor" -Carmen Amoraga (Finalista Nadal 2007)

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