domingo, noviembre 25, 2007

Tratándose de usted

Y qué puede importarnos
que los dioses estén de vacaciones,
que bailen casquivanos
en ferias y verbenas,
si luego llegas tú
y levantas mi falda
y hurgas en mi carne.
Muro contra la soledad
son estos versosque sientes en la boca
como un fusil amable.
Cómplice tu mirada,
sólo te pido, en fin:
perdóname este asalto,
abuso de confianza, para conmigo misma.

María Rosal




1 comentario:

pepe perez dijo...

Lo de levantar tu falda y acariciar con la punta de mis dedos tu piel, sentir tu pubis rasurado y quizás navegar por las húmedas profundidades de tu sexo.. luego te dejaré hacer lo mismo a ti...