lunes, julio 10, 2006

Verdes

"Él espera. Ella devuelve su rostro a la sombra con los ojos cerrados y a su vez espera. Entonces, a su vez, él lo hace.

Lo hace primero encima de la boca. El chorro se estrella en los labios, en los dientes ofrendados, salpica los ojos, el cabellos y luego baja por el cuerpo, inunda los pechos, lento ya en el fluir. Cuando llega al sexo se renueva, se estrella en su calor, se mezcla a su leche, espuma, y luego se agota. Los ojos de la mujer se entreabren sin mirada y vuelven a cerrarse. Verdes"



El hombre sentado en el pasillo
Marguerite Duras

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó esa novela.